El Pulso del Shiatsu
- Mario Sapienza
- 14 feb
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 15 feb
Un Camino de equilibrio y sanación
Por: Mario Sapienza
El Shiatsu no es solo un masaje, sino una terapia que busca restablecer el equilibrio del cuerpo y la mente. Se basa en la idea de que la energía vital, el Ki, fluye a través de canales llamados meridianos, y cuando ese flujo se interrumpe, aparece la enfermedad. El terapeuta de Shiatsu, a través de la presión con los dedos y las manos, ayuda a desbloquear esos canales y a que el Ki circule libremente, como un río que vuelve a su cauce.
Un Poco de Historia: Desde el Anma hasta el Shiatsu
La historia del Shiatsu se remonta a las prácticas de masaje en Japón. En sus orígenes, existían terapias elementales basadas en la experiencia, pero con la llegada de la medicina china en el siglo VI, la medicina japonesa tradicional empezó a desaparecer. La medicina china, o "Kampô", introdujo conceptos como el Ki, el Yin y el Yang, y los meridianos. El masaje chino, conocido como "Anma" en Japón, se basaba en estos principios. Con el tiempo, el Anma perdió su enfoque terapéutico y se convirtió en una práctica popular de relajación.

Durante la era Meiji (1868-1912), el masaje europeo se introdujo en Japón, y muchos practicantes de Anma adoptaron los nuevos conceptos occidentales. Sin embargo, a principios del siglo XX, algunos médicos e intelectuales comenzaron a retomar las antiguas prácticas médicas japonesas. Fue en este contexto que surgió el Shiatsu, como una fusión de las técnicas del Anma, el Do'in, el Kappo, y las teorías de las terapias manuales occidentales. Tenpeki Tamai es reconocido por haber usado la palabra "Shiatsu" por primera vez en su libro "Shiatsu Ho".
La Revolución de Masunaga: El Alma del Zen Shiatsu

Acá es donde entra en juego la figura de Shizuto Masunaga, un maestro que le dio un nuevo impulso al Shiatsu, reintegrando su núcleo original de espiritualidad y energía vital. Masunaga no se quedó solo con las técnicas, sino que investigó a fondo la medicina oriental y la filosofía Zen. Su objetivo era crear un método que integrara cuerpo, mente y espíritu, como un todo armónico.
Masunaga, que estudió con el maestro Namikoshi, desarrolló su propio estilo, el Zen Shiatsu, que se diferencia del Shiatsu tradicional en varios puntos clave:
Los Meridianos Extendidos: Masunaga extendió los recorridos tradicionales de los meridianos, creando un sistema más completo que permite al terapeuta trabajar en todo el cuerpo, no importa la posición del paciente. Según éste, todos los meridianos se originan en el Hara (abdomen), y los meridianos de los brazos se extienden a las piernas, y viceversa.
El Diagnóstico por el Hara: Le dio una gran importancia al diagnóstico a través del Hara, el abdomen. Consideraba que el Hara era como un mapa que revela el estado de la energía vital.
Kyo y Jitsu: La Clave del Desequilibrio: Masunaga desarrolló un sistema de diagnóstico basado en los conceptos de Kyo (deficiencia) y Jitsu (exceso). El Kyo es cuando hay poca energía en un meridiano, y el Jitsu es cuando hay demasiada. El terapeuta debe buscar ese desequilibrio para corregirlo.
La Presión Natural: Masunaga revolucionó la práctica del Shiatsu con la idea de la “presión natural”, un toque suave pero profundo que permite a la energía vital fluir libremente, como si fuera una caricia que despierta la curación.
Zen y Shiatsu: Un Camino de Iluminación: Integró la filosofía zen en su estilo de Shiatsu, buscando un enfoque profundo y espiritual de la terapéutica. Para él, Shiatsu es un camino hacia la iluminación, como un viaje hacia el interior de uno mismo. "En Shiatsu, tu paciente es tu maestro. Se puede alcanzar el satori tratando la enfermedad y restableciendo la salud”, decía Masunaga.
La propuesta de enseñanza: El Legado de Mino y Masunaga

Mi enfoque está profundamente influenciada por las enseñanzas del Sensei Eiji Mino, quien a su vez fue discípulo de Masunaga. Aprendí de Sensei Mino a integrar la técnica con la comprensión profunda del paciente, a sentir su Ki y a entender su desequilibrio.
En la escuela, transmito este legado, formando terapeutas que no solo dominan las técnicas, sino que entienden la complejidad del ser humano desde una perspectiva holística. Honramos la tradición del Shiatsu, pero también incorporamos conocimientos de la ciencia moderna y de la medicina oriental:
Neurociencias: Para entender cómo el Shiatsu puede influir en el sistema nervioso.
Biomecánica: Para mejorar la postura y el movimiento tanto del terapeuta como del consultante.
Medicina Funcional: Para buscar las causas de la enfermedad y no solo los síntomas.
Medicina Tradicional China: Para entender los principios del Ki, los meridianos, y el Yin y el Yang, que son la base de esta práctica milenaria.
La Empatía: El Corazón del Shiatsu
Para mí, la empatía es fundamental en el Shiatsu. No se trata solo de aplicar presión, sino de conectar con el paciente desde el corazón. El terapeuta debe ser capaz de sentir lo que el paciente siente, de comprender su estado, de acompañarlo en su proceso de re equilibrio. Como decía el maestro Mino, "Para comprender al paciente, para verdaderamente acercarse, hay que hacerlo con la personalidad, con la totalidad de uno y no sólo con la cabeza".
El Shiatsu: Un Camino para Vivir Bien
En resumen, mi visión del Shiatsu es la de un camino de equilibrio, una danza entre el Yin y el Yang, un arte que busca la armonía entre el cuerpo, la mente y el espíritu. Es un camino para sanar, pero también para vivir bien, para conectarse con uno mismo y con los demás. Es el legado de Masunaga, el que aprendí de Sensei Mino, y el que comparto con todos los que quieren aprender esta hermosa terapia.
Shiatsu no es solo una terapia, es una manera de vivir mejor y de acompañar a otros en su camino. Si tenés ganas de encontrar una profesión con sentido o de sumar una herramienta para cuidarte, nuestros cursos son para vos. Desarrollá tus habilidades, conectá con tu intuición y animate a ser terapeuta de Shiatsu. Si te interesa, escribinos y conversamos sobre el cambio que estás buscando!
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